El apoyo de la Comisión Europea para la elaboración de esta publicación no implica la aceptación de sus contenidos, que es responsabilidad exclusiva de los autores. Por tanto, la Comisión no es responsable del uso que pueda hacerse de la información aquí difundida.

La formación práctica que se ha impartido por los especialistas de la FYME en el proyecto EducArte en Identidad Europea ha permitido capacitar en nuevas pedagogías y modelos de aprendizaje a docentes y alumnado de tres centros de educación secundaria (IES La Serna, IES Barrio Loranca e IES Joaquín Araujo) favoreciendo el desarrollo y las competencias digitales desde la creatividad y el arte y desde la identidad europea, ciudadanía activa y diálogo intercultural.

En el desarrollo de las sesiones se ha hecho especial hincapié en el ámbito escolar, familiar y en el de las relaciones sociales, con la finalidad de contribuir al diseño de herramientas y políticas educativas que facilitaran compartir saberes sobre identidad personal y colectiva, autoconcepto o autoestima, así como la consecución de la igualdad entre las distintas culturas.

El Arte en todas sus formas, teatro, danza, música, artes plásticas y visuales, ha supuesto un gran aliado metodológico; ya que profesorado y estudiantes han asumido las funciones, responsabilidades y decisiones de manera relativa y reflexiva ante acontecimientos históricos como heroínas y héroes, identificando sus habilidades y destrezas.

En una primera parte se ha trabajado sobre cómo se construye la identidad colectiva a partir del proceso de creación de los Estados-nación y a su vez, se ha profundizado en las distintos aspectos (nacionalista, culturalista e igualitario) que configuran la representación social del otro.

En una segunda parte, se han abordado las problemáticas, atravesadas por el género y la cultura, que han afectado directamente a los y las adolescentes, y la respuesta educativa que proveen los centros educativos como escenarios clave de convivencia intercultural.

Asimismo, se clarificó la relación que existe entre autoconcepto como conjunto de creencias que una persona tiene sobre sí misma y que abarca imagen corporal, valores, habilidades y características, pero que a su vez está vinculado con un aspecto afectivo que se relaciona con la autoestima, la cual se refiere a los sentimientos positivos o negativos que una persona posee sobre sí misma y la identidad como aquellos aspectos o características que permiten diferenciarse de otras personas y a la vez ubicarse como parte de un grupo ante el reconocimiento de rasgos o comportamientos que sirven de referencia.

Por último, como conclusiones a todo este proceso identitario, se recogió la visión que tenía el alumnado y el personal docente, destacando que cada persona desarrolla un sentido personal de sí misma en función de sus experiencias, de su historia, de sus características y de sus percepciones, así como en función de sus interacciones y de los valores y normas que rigen su cultura.

La identidad constituye entonces una construcción personal en tanto involucra el reconocimiento de la singularidad, la unicidad y la exclusividad que permiten a un individuo saberse como único, pero a su vez, es también y de manera muy importante una construcción social, en tanto recoge los atributos que una sociedad emplea para establecer categorías de personas (identidad étnica, identidad de género, identidad nacional, etc.), de manera que una persona puede identificarse con determinado grupo y diferenciarse de otro.

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