El apoyo de la Comisión Europea para la elaboración de esta publicación no implica la aceptación de sus contenidos, que es responsabilidad exclusiva de los autores. Por tanto, la Comisión no es responsable del uso que pueda hacerse de la información aquí difundida.

Los artistas de danza y expresión corporal de la FYME han desarrollado charlas dinámicas de sensibilización con actividades en las se pudiera apreciar la diferencia entre la identidad personal y la identidad grupal. La primera de ellas es necesaria para que la que la persona pueda saber y expresar quién es por él mismo. Es la imagen que tiene de sí mismo y la que proyecta a los demás, aquélla por la cual los demás le conocen y saben quién y cómo es. Se trata de lo que le convierte en único y en especial.

La identidad grupal o social, por el contrario, aunque también proyecta características de la propia persona, lo hace en relación a su grupo de pertenencia, clasificándose en un grupo en concreto que se caracteriza por una serie de rasgos, ya sean físicos, de comportamiento, de vestimenta o de cualquier otra índole. En ocasiones la identidad social es elegida por la propia persona, pero a veces son los demás los que le atribuyen dicha etiqueta, aunque el individuo no lo haya elegido personalmente.

Como reflexión final de las dinámicas de sensibilización, alumnos y alumnas se han dado cuenta de la importancia que tiene la identidad personal en la autoestima, ya que si una persona cuenta con una identidad personal positiva, lo más probable es que esto le genere una autoestima alta. Por el contrario, los jóvenes con una auto-identidad de carácter negativo van a tender a sufrir una baja autoestima y les afectará emocionalmente.

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